Y con esto, espero haberte enseñado un poquito de mi "cultura", ya que este pueblo era muy religioso, cuyo centro de poder residía en los druidas.
Para más información:
Un diario de vivencias y anécdotas, hecho por Deva y para Deva
Y con esto, espero haberte enseñado un poquito de mi "cultura", ya que este pueblo era muy religioso, cuyo centro de poder residía en los druidas.
Para más información:
Aquí estábamos dando un paseo, por el parque, pero incluso en la calle vas por libre, te gusta explorar y probar cosas nuevas, descubrir que lo puedes hacer todo por ti misma es un triunfo, y no quieres que te desviemos.
Recuerdo un comentario que me hizo mi madre. "No tengas más hijos", me dijo. Le dejé claro que eso era asunto de mi marido y mío, pero supongo que le entrará por un oído y le saldrá por otro. Nunca me gustó la idea de tener un solo hijo, pero ella no lo entiende. Por cualquier cosa me saca el tema, luego dice que me quiere y es por mi bien, pero yo pienso "qué clase de amor es ese que me echas la bronca por cualquier tontería a la mínima?". No, es mi vida, ella ya tuvo la suya, ahora que me deje vivir la mía.
Te lo diré: Se queja porque no vive, porque vive, pero muerta. Haces que se sienta fea, bruta, inferior, torpe... La acobardas, la empujas, le das patadas..., patadas que yo también sufría.
Hasta aquel último día. Eran las once de la mañana y mamá estaba sentada en el sofá, la mirada dispersa, la cara pálida, con ojeras. No había dormido en toda la noche, como otras muchas, por miedo a que llegaras, por pánico a que aparecieses y te apeteciera follarla (hacer el amor, dirías) o darle una paliza con la que solías esconder la impotencia de tu borrachera. Ella seguía guapa a pesar de todo y yo me había quedado tranquilo y confortable con mis piernecitas dobladas. Ya había hecho la casa, fregado el suelo y planchado tu ropa. De repente, suena la cerradura, su mirada se dirige hacia la puerta y apareces tú: la camisa por fuera, sin corbata y ebrio. Como tantas veces. Mamá temblaba. Yo también. Ocurría casi cada día, pero no nos acostumbrábamos. En ocasiones ella se había preguntado: ¿y si hoy se le va la mano y me mata? La pobre creía que tenía que aguantar, en el fondo pensaba en parte era culpa suya, que tú eras bueno, le dabas un hogar y una vida y en cambio ella no conseguía hacer siempre bien lo que tú querías. Yo intentaba que ella viera cómo eres en realidad. Se lo explicaba porque quería huir de allí, irnos los dos...Mas, desafortunadamente, no conseguí hacerme entender.
Te acercaste y sudabas, todavía tenías ganas de fiesta. Mamá dijo que no era el momento ni la situación, suplicó que te acostases, estarías cansado. Pero tu realidad era otra. Crees que siempre puedes hacer lo que quieres. La forzaste, le agarraste las muñecas, la empujaste y la empotraste contra la pared. Como siempre, al final ella terminaba cediendo. Yo, a mi manera gritaba, decía: mamá, no, no lo permitas. De repente me oyó. ¡Esta vez sí que no!-dijo para adentro-, sujetó tus manos, te propinó un buen codazo y logró escapar. Recuerdo cómo cambió tu cara en ese momento. Sorprendido, confuso, claro, porque ella jamás se había negado a nada.
Me puse contento antes de tiempo.
Porque tú no lo ibas a consentir. Era necesario el castigo para educarla. Cuando una mujer hace algo mal hay que enseñarla. Y lo que funciona mejor es la fuerza: puñetazo por la boca y patada por la barriga una y otra vez...
Y sucedió.
Mamá empezó a sangrar. Con cada golpe, yo tropezaba contra sus paredes. Agarraba su útero con mis manitas tan pequeñas todavía porque quería vivir. Salía la sangre y yo me debilitaba. Me dolía todo y me dolía también elcuerpo de mamá. Creo que sufrí alguna rotura mientras ella caía desmayada en un charco de sangre.
Por ti nunca llegué a nacer. Nunca pude pronunciar la palabra mamá. Maltrataste a mi madre y me asesinaste a mí.
Y ahora me dirijo a tí. Esta carta es para tí, cabrón: por ella, por la que debió ser mi madre y nunca tuvo un hijo. También por mí que sólo fui un feto a quien negaste el derecho a la vida.
Pero en el fondo, ¿sabes?, algo me alegra. Mamá se fue. Muy triste, pero serenamente, sin violencia, te denunció y dejó que la justicia decidiera tu destino. Y otra cosa: nunca tuve que llevar tu nombre ni llamarte papá. Ni saber que otros hijos felices de padres humanos señalaban al mío porque en el barrio todos sabían que tú eres un maltratador. Y como todos ellos, un hombre débil. Una alimaña. Un cabrón.
Esta chica está volviendo a abrirse un camino bastante prometedor, espero de verdad que no vuelva a equivocarse.
A ti también te encanta la música japonesa, empiezas a bailar en cuanto la oyes. Y es mejor que escuchar solo música infantil, así educas el oido y aprendes a apreciar los distintos tipos de música.
Parto no medicalizado. No es sino parir sin epidural ni oxitocina, sin cesareas, sino vaginalmente, gracias a la fisiología de nuestro cuerpo, sin necesidad de utilizar ningún procedimiento médico innecesario. Respetando a la madre y al bebe que va a nacer.
Se debería dejar que la vagina ensanchara por si sola, sin necesidad de hacer ningún corte. La OMS no recomienda la episiotomía, al igual que la cesarea o cualquier otro de los métodos que ya se han quedado obsoletos, pero que todavía se practican en la mayoría de los hospitales españoles.
De igual manera, debería favorecerse el contacto piel con piel entre una madre y su hijo. Esto a su vez favorece el inicio, con éxito, de la LM (lactancia materna) en los primeros minutos de vida del recién nacido.
El cordón umbilical no debería cortarse hasta después de que deje de latir, así se transfiere toda la sangre de la placenta, haciendo posible que los pulmones se oxigenen, y pueda pasar todo el hierro necesario para el bebe, evitando muchas veces anemias innecesarias.
El padre es muy importante en esos momentos, prestando apoyo emocional a la madre. Si el bebe nace con problemas de salud, el "método canguro" es lo más aconsejable, y esto no es otra cosa que el contacto piel con piel, tanto de la madre como del padre.
Esta información debería facilitarse a los futuros padres, sobre todo a la embarazada, para darle más oportunidades de elegir el modo en que quiere parir, y donde. Así también se podría hacer un plan de parto y presentarlo en el hospital elegido, con el tiempo suficiente para que lo estudien y aprueben.
Claro que también puede elegirse la opción de parir en casa, con toda comodidad, y ayudada por una matrona y una doula.
El parto en el agua disminuye el dolor y hace más fácil la dilatación; lo ideal es que se comienzé cuando ya haya una dilatación de 5 cm. Se puede parir en bañeras, en el mar o en piscinas. No existe riesgo para el bebe, no puede ahogarse ya que en el momento de su nacimiento aún no hay aire en sus pulmones. Si se pare en bañera, esta debe ser grande y profunda, para mayor comodidad y potencialidad del efecto fisiológico; y el agua debe estar a una temperatura de 37º. Igualmente la temperatura de la habitación debe ser cálida.
Habías pesado 3 k. 400 g. al nacer, pero perdiste 150 g. en el hospital. Cuando me dieron el alta me alegré, quizá podía cambiar las cosas. Pero que dificil se me hizo, porque aunque tuve a mis padres y a mi suegra, todo se me hacía muy cuesta arriba, tenía miedo de hacerte daño. Y entre lo poco que te entendía en esos meses y lo durillo que lo teniamos las dos, se nos hizo un poco cuesta arriba.
Yo casi no te comprendía, tú apenas conseguías hacerse entender, pero juntas lo superamos, y poco a poco fuimos progresando. Una vez en casa continué con la LM, combinándola con la LA. Es decir, primero te daba el pecho y luego el biberón. Te di el pecho hasta los 4 meses, porque ya en ese último mes empezaste a no querer la teta, y te lo daba a trancas y a barrancas.
Entré en una época de angustia y discusiones con mi familia. Tu padre se enfadaba conmigo porque no quería que sufriera, y tú me rechazabas cada vez más el pecho. Así que con todo mi dolor, pero resignada, acepté mi derrota y pasé a darte solo biberón. Y empezaste a comer mejor, y a la vista estaba que cada semana engordabas más, puesto que te pesábamos semanalmente, hasta los 6 meses.
Tu venida al mundo no fue como yo hubiese querido, fue demasiado fría. Tardaste en decidirte todo un día, como si no quisieras salir. Pero yo tenía muchas ganas de ver tu carita y conocerte. Las contracciones eran bastante fuertes y muy seguidas, así que decidí ir al 12 de Octubre, pensando que todo iría bien. Justo ese día tenía un reconocimiento por si algo iba mal. La noche anterior empezaron a darme unos pinchazos muy molestos en la barriga, así que cogimos un taxi mi madre, mi suegra, mi marido y yo, y fuimos al hospital. Me miraron y me mandaron a casa, ya que apenas había dilatación; nos acostamos y yo me quedé dormida enseguida. Hacia las 8 me desperté con dolor muy fuerte de contracciones. Aguanté lo que pude hasta que hacia las 10 ya dije que nos volviéramos al hospital.
Al final en lugar de reconocimiento me hicieron un tacto, pero las enfermeras fueron tan brutas que me lastimaron. Es bastante desagradable que te hurguen dentro sabiendo tu estado. Y dadas las circunstancias, pudieron haberlo hecho con bastante más delicadeza. De ahi, como ya estaba de 5 cm., me ingresaron y me fui a la sala de dilatación, aguantando como pude los dolores. Allí la matrona y las enfermeras fueron bastante más amables, me trataron bien y tuvieron mucha paciencia. Tenía tanto miedo al dolor que pedí la epidural, mi primera equivocación. Me dejé hacer, tenía confianza ciega en el personal médico. Mi cuerpo se durmió de cintura para abajo y no sentía nada, solo sabía que tenía contracciones porque la tripa se me ponía dura y por los picos del monitor; y empujaba como me habían dicho. Le pusieron una vía a Deva, y de ahí salió con una marca roja bastante visible, que le duró hasta hace pocos meses.
Y pasaron horas...al final ya estaba cansada, harta, quería que todo acabase cuanto antes. Cuando ya estaba lo bastante dilatada, me rasuraron y me pusieron un enema. Y me pasaron al paritorio. Seguí empujando cuando me decían; no notaba nada, me había puesto también oxitocina para provocar las contracciones, y en un momento dado una enfermera se apoyó sobre mi estomago, con suavidad, y al poco rato me noté más ligera. Naciste a las 3 menos 20 de la madrugada; y se te llevaron de mi lado, mi niña, no pude verte ni 5 minutos, querían ver si estabas bien. Lo que pudo haber sido lo más bonito para las dos y el mejor recuerdo para mi se convirtió en algo frío y deshumanizado. Al menos podían haberte quitado las flemitas mientras estuvieras en mi pecho, pero te llevaron corriendo a observación. Qué pensarías tú al verte tan sola, sin tu madre, en medio de tantos desconocidos?.
Para poner la guinda, me habían hecho la famosa episiotomía, y después me cosieron, aunque bastante bien por cierto; los puntos solo me dolieron unos pocos días y me cicatrizaron enseguida. Subi a planta y a las 5 de la madrugada, más o menos después de dos horas, te trajeron por fin, y te di el pecho. "No tiene hambre, parece", le dije a mi madre, que se había quedado conmigo esa noche. Y decidí dejarte en la cuna. Al día siguiente te volví a poner al pecho, pero tampoco tuve éxito, ahora se que es bastante probable que te hubieran dado biberón.
La segunda noche volví a intentar darte el pecho, pero a la media hora de tus lloros desesperados y mi desesperación cada vez mayor, vino una enfermera y te llevó a la sala de enfermeras para darle un biberón, y sentí alivio por ti. Que poco sabía entonces, que distinto pudo ser de haber sabido yo...